Jesús Nos Ama

Jesús Nos Ama

11 de septiembre de 2011

Jesús Nos Enseña A Perdonar

Jesús mostró a Dios como el Padre Misericordioso que siempre perdona. Enseñó a perdonar, perdonando los pecados y que por el perdón llegaremos a la salvación.

Tus Pecados están perdonados (Lucas 7, 36-38)

Jesús, Maestro

La gente del país de Jesús se admiraba de su sabiduría y del modo como enseñaba. Muchos lo seguían para escucharlo y le preguntaban cuál era el principal mandamiento, otros querían saber qué tenían que hacer para salvarse, cómo había que amar y a quién, cuántas veces había que perdonar...

Para que lo entendieran, Jesús empleaba comparaciones, imágenes, historias y hablaba de cosas conocidas. Por ejemplo, para explicar cómo se preocupaba Él de todos, les hablaba de un pastor que cuidaba su rebaño.
Para enseñar, Jesús utilizó muchas veces las parábolas. Estas son narraciones breves de las cuales se concluyen enseñanzas. Jesús se valió de ellas para hablarnos del Reino de Dios y de la manera como debemos comportarnos con Dios y con las demás personas.

*Jesús no sólo decía lo que tenían que hacer las personas, sino que Él mismo ponía en práctica lo que enseñaba. De este modo, nos dio ejemplo de cómo debemos amarnos unos a otros: Él amó a todos, incluso a los enemigos, perdonó siempre, ayudó y consoló a quien lo necesitaba.*

Una Enseñanza de Jesús (Mateo 7, 24-28)

El que escucha mis palabras y las pone en práctica, es como el hombre prudente que edificó su casa sobre Roca. Vino la tormenta y la casa no se derrumbó.
El que escucha mis palabras y no las pone en práctica, es como el hombre insensato que edificó su casa sobre la arena. Vino la tormenta y la casa se derrumbó.
La multitud quedaba admirada de sus enseñanzas, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas que ellos conocían.


Muchas personas seguían a Jesús atraídas por sus Milagros y por su Palabra.
Él les hablaba de Dios, de hacer el bien, de perdonar, de vivir alegres...

La Oveja Encontrada

Jesús, quién se llama a sí mismo el Buen Pastor, ama tanto a sus ovejas que no descansa hasta que las tiene a todas juntas en el redil. ¡Ah! y si alguna se aleja, la busca y no queda tranquilo hasta encontrarla. Y, cuando la encuentra, no la regaña. Habla con ella y la pone amorosamente entre sus brazos.


Parábola:


Jesús les dijo a sus amigos
"Quién de ustedes, si tiene
cien ovejas y pierde una de
ellas, no deja las otras noventa y
nueve en el desierto y va en
busca de la oveja perdida hasta
encontrarla? Y cuando la
encuentra, la pone contento sobre
sus hombros, y al llegar a su casa,
junta a sus amigos y vecinos y les
dice "Alégrense conmigo, porque
ya encontré mi oveja, la que se
había perdido"